Cualquier semana del año, seleccionada al azar, demuestra la tesis que siempre hay más de un factor o suceso responsable del comportamiento del mercado de valores. Es por ello que, como hemos hablado en otras ocasiones, resulta sumamente complicado encontrar ese “momento” ideal para entrar o salir del mercado.
Debido a estas circunstancias, el mercado de valores se convierte en un verdadero caos en el corto plazo. Las estrategias de inversión a largo plazo o las que están basadas en el seguimiento de un mercado bursátil, tomando un índice de referencia, acaban dando mejores frutos (y menos preocupaciones sobre el día a día, por el “¿y si…?”; dos de las palabras más poderosas del lenguaje humano).