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Invertir en Bolsa sin Intermediarios | FONDOS.COM

Escrito por Juan Puente - CEO | 3/12/2018

Es posible que te llame la atención el mundo de las finanzas. Pero también puede que te asalte la pregunta de cómo empezar a invertir en bolsa.

Para resolverla hemos creado el siguiente artículo donde vamos a ir analizando los pasos necesarios para realizar una compraventa de valores.

También veremos que existe un modo más sencillo, fácil y rápido.

¿Por qué invertimos en bolsa?

Una bolsa de valores es un mercado destinado a la compraventa de acciones de empresas. Aunque también se suele denominar “Bolsa” a otros mercados en los que se compran y se venden todo tipo de activos financieros, en su sentido más estricto hace referencia al mercado de acciones.

Las acciones son participaciones en el capital de una compañía y su tenencia nos convierte en socios de la misma (aunque en una proporción muy pequeña).

Al ser socios tenemos una serie de derechos, como por ejemplo votar en las Juntas de Accionistas, y en función de la cantidad de acciones que tengamos, tendremos más o menos votos.

Pero, dado que es prácticamente imposible que te hagas con el control de una compañía mediante la compra de acciones en bolsa, principalmente lo que se busca es el derecho económico que estos valores conllevan. Es decir, el derecho a participar en el reparto de beneficios de la empresa, también llamados dividendos.

También se invierte en bolsa con motivo de obtener una plusvalía entre el precio de compra de las acciones y su posterior precio de venta. Se trata de estrategias de inversión muy comunes.

En resumen, la bolsa actúa de mercado y es útil para gestionar nuestros ahorros en operaciones financieras que servirán a las empresas para captar capitales y mejorar la economía. A cambio obtenemos unos rendimientos.

Por eso invertimos en bolsa.

¿Qué necesito para comenzar a invertir en Bolsa?

Vamos a hora paso a paso todo lo necesario para operar en los mercados de valores:

Paso 1: Ponerse en contacto con un intermediario autorizado

Sólo los miembros autorizados pueden negociar directamente en el mercado de valores.

El resto del público interesado en invertir en bolsa debe acudir a un intermediario, que puede ser directamente uno de estos miembros de la bolsa o puede ser otro tipo de entidad que actúa como intermediario hasta llegar a ellos.

Los agentes bursátiles (Agencias de Valores) se encargan de trasladar las órdenes de sus clientes al mercado. También existen algunos que, además, pueden negociar por cuenta propia (Sociedades de Valores). Los bancos y cajas de ahorros pueden hacer las veces de intermediarios de valores.

Sólo pueden actuar en la intermediación de valores empresas autorizadas por la Comisión Nacional del Mercado de Valores o el Banco de España, por lo que a la hora de contactar con un intermediario debemos comprobar que esté debidamente autorizado.

Lógicamente, este agente que actúa en nuestro nombre cobrará unos honorarios. Posteriormente hablaremos de las comisiones de la inversión en bolsa.

Paso 2: Abrir cuenta con el intermediario seleccionado

Una vez hayamos encontrado y decidido qué empresa de servicios de inversión actuará como nuestro intermediario, debemos firmar con él un contrato de intermediación y abrir una cuenta de valores.

Las acciones son anotaciones en cuenta, no existen las acciones físicas en papel, aquellas que se guardan en cajas fuertes según hemos visto en películas. Para poder registrarlas a nuestro nombre, debemos tener una cuenta para tales efectos.

Puede que paralelamente abramos una cuenta en efectivo (como una cuenta bancaria) y depositemos un saldo a modo de capital inicial para posteriormente realizar la compra.

Cuando manifestamos nuestra intención de comprar unas determinadas acciones, se cargará el precio en esta cuenta y, como contrapartida, se abonará el mismo saldo en acciones que aparecerá en nuestra cuenta de valores.


Paso 3: Decidir qué acciones queremos comprar

Aquí viene uno de los aspectos más peliagudos de las inversiones en bolsa.

La eterna pregunta:

¿Debería comprar ahora estas o aquellas acciones?

¿Es buen momento para comprar (o para vender)?

¿Cuáles son las mejores empresas para invertir en bolsa?

¿Dónde conseguir la máxima rentabilidad al invertir a largo plazo en bolsa?

Para decidir qué acciones comprar, y cuando comprarlas, se llevan a cabo análisis de mercados más o menos complejos.

Lo mismo es aplicable para las decisiones relativas a la venta (deshacer nuestra inversión en acciones). Las tareas de asignar activos y configurar una cartera de inversión es una disciplina denominada Asset Management.

El inversor medio puede encontrar unas acciones que coticen baratas y a priori parezcan una buena inversión, sin embargo, puede que esté asumiendo más riesgo del que se imagina.

Por otra parte, no sólo se debe tener un tipo de acciones en la cuenta de valores, puesto que si la compañía se ve influenciada por problemas internos o causas económicas externas se dará una situación desagradable. Acordémonos de lo que pasó con el Banco Popular o Abengoa.

Para que todo esto no ocurra es necesario analizar las causas externas del mercado y la propia empresa:

  • A través de los datos contables
  • Cálculos financieros
  • Posición en el mercado de la misma

Además, este tipo de análisis se puede complementar con el estudio de la oferta y la demanda en un gráfico de cotizaciones. Cómo colofón, debemos construir una cartera bien diversificada que reduzca los riesgos propios de cada uno de los activos tomados individualmente.

Cómo se puede observar, puede ser un trabajo duro para el inversor medio ,sin contar con todo el tiempo que exige. Pero si lo que se pretende es comenzar a invertir en bolsa con éxito, es necesario saber dónde debemos destinar el capital de un modo adecuado.

Las inversiones deben abordarse con una estrategia predefinida y con una política de inversión que tenga en cuenta nuestras características y riesgo máximo. No podemos asignar valores al azar a una cartera de inversión únicamente porque nos parezca que cotizan a buen precio.

Paso 4: Lanzar las órdenes precisas

En el momento que hemos decidido qué acciones queremos comprar para comenzar a invertir, debemos decidir en qué cantidad; esto se calcula en función de nuestro capital y el porcentaje que vamos a emplear en esta inversión concreta.

Todo ello se transmite al intermediario mediante una serie de órdenes. Actualmente suele realizarse vía online, aunque también puede que funcionen los sistemas tradicionales.

La orden debe ser de compra o de venta, haciendo referencia a los valores concretos y el volumen de cada uno (la cantidad de acciones) y el plazo de tiempo que la orden tiene de validez antes de su cancelación.

Además, existen varios métodos de ejecución de las órdenes de compraventa de valores.

Algunas de las más básicas son las siguientes:

  • Órdenes limitadas: Se establece un precio máximo para la compra y un precio mínimo para la venta. Por encima (o por debajo) de dicho precio la orden no se ejecutará. Pudiendo ejecutarse parcialmente y quedando una parte del volumen de compra (o venta) pendiente.
  • Órdenes de mercado: No se establece precio límite. La orden se ejecutará por su volumen total en función de los precios de contrapartida existentes en el mercado.
  • Orden “Por lo mejor”: Tampoco se establece precio límite. La diferencia con la orden anterior reside en que, una vez ejecutada parcialmente a un determinado precio de contrapartida, ese precio queda registrado como límite y la parte no ejecutada se negociará por uno más favorable.
  • Orden de “Ejecutar o anular”: La parte no ejecutada se eliminará del sistema. Es decir, todo el volumen que no se negocie automáticamente quedará anulado.
  • Ordenes de Ejecución mínima: Se debe hacer referencia a la cantidad mínima de valores que debe ser negociada. Si no existe contrapartida para ese mínimo, la orden es anulada en su totalidad.

Paso 5: Tener previstas las comisiones

Las comisiones a la hora de invertir en bolsa tienen un impacto directo en la rentabilidad de la operación, por lo que es necesario tenerlas previstas, al igual que ocurre con los costes fiscales.

Existen hasta tres tipos de comisiones que nos serán aplicadas en las inversiones en bolsa. Dos de ellas pertenecen al intermediario financiero, las otras son tarifas que aplica el propio mercado de valores.

Las comisiones por invertir en bolsa son las siguientes:

  • Costes de intermediación: El intermediario aplica una comisión cada vez que decidamos comprar o vender acciones en la bolsa. Suponen sus honorarios por sus servicios de recepción, transmisión, ejecución y liquidación de cada orden de compraventa de valores (puede ser una cantidad fija o un porcentaje sobre el montante de la operación).
  • Costes de administración y custodia: Podría decirse que son los costes de mantenimiento de la cuenta de valores y la tenencia de acciones registradas a nuestro nombre en dicha cuenta. También nos aplicarán una comisión por el cobro de los dividendos de las acciones en cartera.
  • Cánones de Bolsa: Es la comisión que aplica el mercado de valores por operar en el mismo, el bróker (intermediario) tan sólo lo traslada al inversor.

Conclusiones sobre invertir en bolsa

Operar en bolsa no es un proceso que se deba tomar a la ligera (al menos si lo que se pretende es tener éxito).

Hemos visto que el procedimiento en sí mismo para comenzar a invertir no es complejo, excepto todo lo relativo a la selección de valores y construcción de carteras.

También debemos tener presente que las comisiones que nos aplica el intermediario pueden hacer inviables las operaciones con un pequeño capital (suele existir una comisión fija mínima). Si a todo esto le sumamos las retenciones fiscales, la conclusión es que este tipo de inversiones están destinadas a:

  1. Gestores profesionales
  2. Verdaderos entusiastas de las finanzas y los mercados que tienen tiempo de analizar activos.

Como suele suceder, existen una gran cantidad de inversores que lo único que pretenden es rentabilizar su ahorro, sin necesidad de complicarse tanto.

Para ellos se crearon unos productos financieros basados en poner un conjunto de capital, perteneciente a múltiples ahorradores, en manos de un gestor profesional: Los fondos de inversión.

Los fondos de inversión, concretamente en este caso los fondos de renta variable hacen viable comenzar a invertir en bolsa con un capital bastante más modesto.

Aprovechan las economías de escala para reducir los costes que supone la inversión en bolsa, manteniendo el fondo y al gestor que lo dirige entre todos los partícipes, lo cual abarata mucho las comisiones.

Pero lo realmente interesante de los fondos de inversión es la diversificación que ofrecen y la posibilidad de escoger una estrategia concreta y acorde a nuestras necesidades, sin preocuparse de la búsqueda y selección de activos, dejando estos trabajos a un profesional del análisis y la gestión de activos financieros.

Podemos incluso comprar una simple participación y realizar suscripciones periódicas.

El proceso para comenzar a invertir en bolsa a través de fondos de inversión se reduce y simplifica drásticamente. Tan sólo es seleccionar el fondo adecuado para nuestro perfil, del cual nos ofrecerán toda la información relevante, y manifestar nuestra intención de suscribir participaciones a la sociedad gestora o entidad que se encarga de distribuir dicho fondo.